Esfuerzos educativos realizados por los Centros para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC), la Organización Humana de la Salud (OHS), y la Organización Americana de la Salud (OAS), junto con maestros y otros líderes, están enforcando la idea de la práctica de sexo seguro y uso de injecciones para la droga. Para prevenir el HIV por medio de actos sexuales, es recomendable el uso de condones de plástico y de latex y diafragmas, usados con espermicidas. Los esfuerzos para disminuir el aumento de casos de HIV/SIDA obtenido a través de injecciones se han concentrado en el uso de ajugas y jeringas eserilizadas o nuevas. Una ajuga o jeringa puede esterilizarse en cloro diluido. Para obtener ajugas nuevas, muchos estados en los Estados Unidos han creado la Estrategia de Cambio de Ajugas, programas en los cuales se cambias ajugas o jeringas viejas por nuevas. Estos programas también proveen algodón, agua y alcohol esterilizado y exámenes para detectar el HIV. La creación de estos programas ha ayudado a disminuir las transmisiones del HIV dentro de las personas que usan injecciones, ya que los drogadictos tienen razones económicas para prestarse ajugas y demás equipo.